Un día estaba en el bar, en el intermedio entre dos carreras, y vi a esa mujer. Dios o quien quiera que sea no para de crear mujeres y lanzarlas al mundo, y el culo de ésta es demasiado grande y las tetas de esta otra son demasiado pequeñas, y esta otra está chiflada y aquella es una histérica, y aquella otra es una fanática religiosa y esa de más allá lee hojas de té, y ésta no puede controlar sus pedos, y la otra tiene una narizota, y ésta tiene las piernas como palillos...
Pero de vez en cuando surge una mujer toda en sazón, una mujer que estalla fuera de sus ropas... una criatura sexual, una maldición, el acabóse...
"Cartero" de Charles Bukowski.
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